Fred Smith dice: «Liderazgo es lograr que la gente trabaje para usted cuando no está obligada a hacerlo».
Eso sucede únicamente cuando usted sube al segundo nivel de influencia. A la gente no le importa cuánto sabe usted, sino hasta que sabe cuánto le importa la gente a usted.
El liderazgo comienza en el corazón, no en la cabeza. Florece con una relación significativa, no con más reglas.
Los líderes que en el nivel de «posición», a menudo dirigen por intimidación. Son como los pollos que el psicólogo noruego T. Schjelderup-Ebbe estudió al desarrollar el principio de «la ley del más fuerte» que se usa ahora para describir todo tipo de agrupaciones sociales.
Schejelderup-Ebbe descubrió que en todo gallinero hay una gallina que por lo general domina a las otras. Ella pueda picotear a las demás sin ser picoteada por ellas. En segundo
lugar, aparece una gallina que picotea a todas pero no a la gallina de la cúspide, y las demás
se organizan en una jerarquía descendente, que termina con una desventurada que es
picoteada por todas sin que ella pueda picotear a ninguna.
En contraste con lo anterior, una persona en el «nivel de permiso» dirigirá por interrelaciones. La agenda no tiene que ver con «la ley del más fuerte» sino con el desarrollo de la gente. En este nivel, el tiempo, la energía y el enfoque se centran en las necesidades y deseos del individuo. Una hermosa ilustración de por qué es tan importante poner a las personas y sus necesidades en primer lugar, se encuentra en la historia de Henry Ford contenida en el libro de Amitai Etzione Modern Organizations: «Él fabricó un carro perfecto, el Modelo T, que acabó con la necesidad de cualquier otro carro. Se centró totalmente en el producto. Quería llenar el mundo con carros Modelo T. Pero cuando la gente vino a él diciéndole: ?Señor Ford, quisiéramos un carro de diferente color?, recalcaba: ?pueden tener cualquier color que quieran mientras este sea negro?. Y allí fue cuando comenzó la decadencia».
Las personas incapaces de construir relaciones sólidas y duraderas, pronto descubrirán que son incapaces de sostener un liderazgo efectivo y permanente. (El capítulo 7, «Desarrollo del activo más importante: La gente», trata más ampliamente este tema).
Sabemos que usted puede amar a las personas sin dirigirlas, pero no puede dirigir a las personas sin amarlas.
¡Cuidado! No trate de saltarse ningún nivel. El nivel que a menudo se pasa por alto es
el número 2, Permiso. Por ejemplo: un esposo va del nivel 1, Posición, un título de boda, al
nivel 3, Producción. Se convierte en un gran proveedor de la familia, pero en el proceso
descuida las relaciones esenciales que mantienen unida a una familia. La familia se
desintegra y junto con ella el negocio del esposo. Las relaciones implican un proceso que
provee el pegamento y mucho del poder de permanencia necesarios para una producción
duradera a largo plazo.