¿hábitos, costumbres o dependencias?



 Si te estás preguntando por qué los títulos de estos capítulos son una pregunta, quiere decir que eres CURIOSO y vas por buen camino. Y la verdad, son justamente preguntas que necesité para entender mi propio proceso.

La palabra hábito tiene varias acepciones, es decir, significados diferentes que varían según el contexto. La costumbre y la dependencia son las más comúnmente usadas. 



Te cuento esto, por dos razones: la primera es que estas tres palabras responden a una misma definición, ¿increíble?;  y la segunda es porque debido a la gran riqueza de nuestro lenguaje, este suele tendernos trampas, lo cual es importante tenerlo en cuenta, a la hora de mentalizar y materializar nuestros objetivos. Por ejemplo si estamos leyendo este libro para obtener hábitos de éxito podríamos decir que lo que buscamos son dependencias de resultados felices, y seguro que no es eso lo que queremos obtener.

Por definición, el hábito es una práctica habitual, ya sea de una persona, animal o grupo. La psicología, nos dice algo más acerca de su significado: “cualquier comportamiento repetido regularmente, que requiere de un pequeño o ningún raciocinio, y es aprendido más que innato. Es por esta definición amplia, que estas tres palabras son acepciones entre sí.

Pero ¿te dice algo más esta definición? Seguro. El hábito se APRENDE, y esa es una buena noticia. También te dice que es un comportamiento que hay que repetir hasta incorporarlo en nuestra vida y que no requiere resolver ecuaciones matemáticas complicadas para lograrlo. 

Esto también puede ser alentador ¿cierto?; sin embargo, en otro contexto, problemas muy tangibles y dolorosos en nuestra sociedad, como la drogadicción, la intolerancia, el racismo y las dependencias afectivas, existen por este mismo método de comportamiento repetitivo con poco o ningún razonamiento. Seguro te sentirás un poco confundido ahora. 

Y de no haber estado yo en ese mismo lugar, este capítulo carecería de sentido, pero resultó obvio para mí, cuestionarme que consideraba un hábito. Al reflexionar sobre los posibles hábitos que poseía para lograr mis objetivos, me SORPRENDÍ al encontrar más costumbres y dependencias (en su mayoría hábitos negativos) que “hábitos positivos” (los remarco de esta manera para diferenciarlos y porque constituyen la dirección a seguir para lograr nuestro fin).

Algo intuirás en este momento de la siguiente tarea, y advierto que no es nada sencilla ni rápida, es más es una tarea que no tiene fin, en realidad será algo que como hábito será invaluable en tu vida.

Tarea escalofriante. ¿DÓNDE VI POR ÚLTIMA VEZ MIS HÁBITOS?

Paso 1: Genera un buen caos en tu mente, pues será necesario para encontrar esos hábitos que hemos adquirido a lo largo de los años. No te digo como generar dicho caos, porque considero que cada ser humano tiene una forma única de hacerlo y además con una frecuencia y facilidad asombrosa de acceso a él, así que sería un irrespeto la sola sugerencia. 

Ahora bien, ¿no te gusta el desorden? A veces el caos es la puerta al descubrimiento de tesoros, cosas que no teníamos ni idea que teníamos o habíamos olvidado, así como para hacer limpieza de aquello que no nos es útil o enriquecedor, al menos en el presente.

Paso 2: Cuaderno en mano, intenta escribir tus hábitos positivos en una hoja. Todos tenemos de esta clase pero no siempre son difíciles de encontrarlos. Cada hábito que plasmes en el papel será importante para lograr tu propio éxito. Te daré algunas pistas que pueden ayudarte:

¿Te obsesionas por terminar lo que empiezas y terminarlo bien?

¿Te gusta el orden, la disciplina?

¿Haces ejercicio con regularidad?

¿Te gusta viajar, aprender cosas? ¿Lo llevas a cabo?

Podría seguir haciéndote preguntas, pero ya lo entendiste. Hay un montón de cosas positivas, que no las vemos quizás por ser tan cotidianas, pero están ahí…….llena tantas hojas quieras y puedas, son tus fortalezas.

Paso 3: Lo que describí como hábitos negativos necesitarán otras hojas, si ocupas poco espacio en este paso, ¡eres un afortunado!, y si no es así, bueno para eso estamos trabajando juntos en este momento. Ten paciencia y se un poco autoindulgente, pues no se trata de darnos una paliza moral.

Es importante que en este paso, reflexiones sobre lo que TU consideras negativo en tu vida, y no lo que otros consideren sobre ti. Para darte una pista, te contaré una costumbre propia que para la mayoría de personas es bastante negativa. Aquí va: odio madrugar, acostarme temprano y dormir ocho horas. Cuando hice mi propia lista escribí esto en mis hábitos negativos, sólo porque la mayoría de personas lo ven así; pero después de analizar mi rutina diaria descubrí que mis procesos más creativos son nocturnos (la musa de la inspiración llega siempre de noche), así  como también sé que mi cuerpo no necesita esas “reglamentarias ocho horas”, y si duermo más de seis horas, estoy de mal humor y con dolor de cabeza. Entonces, decidí que no era negativa esta costumbre, al menos en mi situación actual, pero no siempre fue así.

Muchas de nuestras costumbres pueden no ser negativas, pero dependerán siempre del contexto en el que cada quién se encuentre. Para ponerte un ejemplo claro podría decirte que si tienes por costumbre comer mucha carne de res y vas a la Argentina, serás bienvenido con brazos abiertos y te sentirás en el paraíso, pero… ¿y si es la India?, seguro que no serás tan bienvenido, pues te estarás comiendo un ser sagrado.

Está parte de la tarea es algo asustadora y tomará tiempo (yo sigo haciéndola). Por esta razón necesitarás la paciencia, bondad para contigo y súmale una buena cantidad de honestidad, pues será de mucha ayuda para encontrar tus dependencias afectivas, materiales y sociales.

El objetivo de esta tarea no es terminar con nuestras dependencias o costumbres negativas (aunque si lo intentas y lo logras eres un genio), sino, determinar nuestros hábitos positivos, potencialidades y valores afectivos y humanos; pero también ser conscientes de los propios hábitos negativos e intentar de a poco transformarlos.
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