Cuando una amante quiere convertirse en la principal, lo que sucede es que se produce una situación conflictiva en la que varias emociones y situaciones complejas pueden surgir. Para entenderlo mejor, es necesario explorar algunas de las posibles situaciones que pueden llevar a que la amante quiera convertirse en la principal.
En algunos casos, la amante puede
haberse involucrado en la relación con la expectativa de que la persona con la
que está teniendo la aventura termine su relación principal para estar con
ella. La amante puede haberse enamorado profundamente y sentir que merece ser
la principal, especialmente si la relación extramarital ha sido larga y
significativa. En este caso, la amante puede sentirse engañada y decepcionada
si la persona no muestra ningún deseo de dejar a su pareja actual.
En otros casos, la amante puede
haber comenzado la aventura sin la intención de que la relación se convierta en
algo más que un encuentro casual. Sin embargo, con el tiempo, puede haber
desarrollado sentimientos profundos por la persona con la que está teniendo la
aventura, lo que puede llevar a que quiera convertirse en la principal. En este
caso, puede sentir que la persona es su alma gemela y que no puede vivir sin
ella.
En ambos casos, cuando la amante
quiere convertirse en la principal, se produce una situación conflictiva. La
persona con la que está teniendo la aventura ya tiene una relación establecida,
lo que significa que hay otra persona en la ecuación. Si la persona quiere
dejar a su pareja actual para estar con la amante, esto puede ser difícil y
complicado, especialmente si hay hijos involucrados.
Además, la amante puede sentir que
no tiene la misma legitimidad que la pareja actual, lo que puede llevar a una
sensación de inseguridad y celos. La amante puede sentir que está en una
posición vulnerable, ya que no tiene ningún compromiso formal y puede ser
fácilmente descartada si la persona decide regresar con su pareja actual.